domingo, 14 de septiembre de 2008

NOTICIA DE EDUCACIÓN 14

Los peligros de un sistema educativo que no educa


José Antonio Méndez
12-09-2008


ALFA Y OMEGA /ABC.- A tan sólo unos días para que empiece el nuevo curso lectivo, los últimos datos reflejan que más del 30% de nuestros alumnos son víctimas del fracaso escolar. Por más que la LOE introduzca en este año sus nuevas reformas (como la extensión de Educación para la ciudadanía en todos los cursos de Secundaria, o la posibilidad de que los alumnos de Bachillerato pasen de curso con 4 asignaturas suspensas), los expertos alzan la voz para alertar de que los grandes males de nuestro sistema escolar siguen sin ser subsanados.

«Me he equivocao de producto y he echao ácido clo… sí, ácido clorhídrico, encima de… sulfato de cloro…, o no…, no sé lo que era. Pero vamos, que la he liao parda, ¿sabes? Lo he echao y ha hecho una reacción que flipas, ha empezao a salir gas amarillo por ahí… Vamos, que la he liao parda». No, esta conversación no ha sido transcrita desde ningún bar de copas, ni forma parte de un chiste. Son las palabras con las que una joven socorrista se expresaba, hace unas semanas en un informativo de televisión, y que están recorriendo Internet como la pólvora, acompañadas de comentarios como: «Éste es el típico producto de la ESO», o: «¿Le aprobarían la Química en el instituto?» El desarrollo de la noticia explicaba cómo una socorrista casi adolescente había mezclado mal el cloro de una piscina privada, y había provocado una nube tóxica que obligó a desalojar una urbanización madrileña. Más allá de lo anecdótico de su error en Química, y de su alarmante falta de vocabulario, el caso de la socorrista revela cómo la mala formación que azota a nuestro sistema educativo tiene efectos desastrosos para el ejercicio de cualquier profesión. Ahora, a tan sólo unos días del inicio del curso 2008/2009 en toda España -y en el que se pondrán en práctica nuevas y polémicas medidas previstas en la LOE-, casos como éste ponen de manifiesto las debilidades de nuestra enseñanza.

Los expertos apuntan numerosos males dentro de nuestra educación escolar: un sistema que fomenta la falta de disciplina, la ausencia de meritocracia (los alumnos no se ven recompensados por su esfuerzo, sino que se rebaja el nivel para que puedan pasar de curso), las diferencias de nivel según las Comunidades Autónomas… Como afirma don Nicolás Fernández, Presidente del sindicato de profesores ANPE, «la LOE manifiesta enormes desajustes, porque ha sido una reforma más superficial que efectiva, incapaz de evitar que la educación española esté inmersa en la refriega política y al albur de los consensos inmediatos. Nuestro mal de fondo consiste en la incapacidad de los responsables políticos para pensar la educación con visión de futuro: para las próximas generaciones, y no para las próximas elecciones». El Presidente de ANPE asegura que los problemas educativos deben arrancarse de raíz y reclama «sustituir de una vez el modelo de educación comprensiva -copiado del inglés, que lo retiró en los noventa- por el rigor, el estudio, la exigencia y la responsabilidad. Esto no es incompatible con la atención individualizada o con la equidad; porque sólo puede considerarse justo un sistema que permita a cada uno sacar lo mejor de sí mismo».

Don Javier Badía, periodista, profesor y experto en educación, apunta en la misma dirección: «Rebajar los niveles de exigencia está directamente enlazado con la aplicación de la LOGSE. Se ha perseguido la igualdad social y hemos caído en el igualitarismo. Eso sí, al precio de desmochar lo sobresaliente. Los malos resultados académicos sólo se compensan con un mayor esfuerzo del alumno y un compromiso firme de padres y profesores».

Pero, ¿realmente es tan bajo el nivel de exigencia para nuestros alumnos? Júzguelo el lector: durante la Enseñanza Secundaria -ESO-, los alumnos pueden promocionar con tres suspensos, y hasta cuatro si el claustro de profesores da el plácet. De hecho, un alumno de primero de la ESO (12 años) puede pasar a segundo con tres suspensos, y de segundo a tercero con las tres mismas materias sin aprobar, y sin necesidad de recuperar las pendientes de primero (en total, llegaría a tercero con seis suspensos). Y eso no es todo: ese mismo alumno podría lograr el título de la ESO y promocionar a Bachillerato con tres materias pendientes, siempre que no coincidan Matemáticas y Lengua. Una vez terminada la enseñanza obligatoria, la LOE introduce este año una novedad sumamente polémica: los estudiantes de primero de Bachillerato que tengan cuatro suspensos podrán optar entre repetir el curso completo, o matricularse sólo de las asignaturas suspendidas y completar la matrícula con dos o tres materias de segundo. A pesar de tantas facilidades, y como señala el Presidente de ANPE, «el 31% de los jóvenes no consigue finalizar sus estudios de Secundaria, lo que constituye un problema social de la máxima gravedad. A esto hay que añadir un 39% de alumnos que, tras promocionar al Bachillerato, no obtienen el título en este nivel. El sistema educativo no puede permanecer anclado en los mismo errores mientras se suceden cambios legislativos superficiales. El fracaso escolar no puede convertirse en un mal endémico que se tolere o ante el que se mire para otro lado».

Si pocos males son éstos, don Javier Badía añade el desbarajuste autonómico: «La educación no se improvisa y tiene consecuencias en varias generaciones. Es preciso la estabilidad y la continuidad. Es necesario que no esté al vaivén político y que sea un asunto de Estado y no de diecisiete Gobiernos autonómicos. La educación en el País Vasco cada vez tiene menos que ver con la de Andalucía, por ejemplo».

Con estos mimbres, y a muy pocos días del nuevo curso, es inevitable cuestionarse qué futuro espera a nuestro sistema educativo. Responde don Nicolás Fernández: «La sociedad entera debe exigir a los responsables políticos respuestas concretas a uno de los problemas más graves en el presente y ante el futuro. Es mucho lo que está en juego, nada menos que el futuro de nuestra sociedad».
http://www.camineo.info/news/202/ARTICLE/5610/2008-09-12.html

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